
La empresa ya había anticipado en septiembre la decisión de promover la discontinuidad de la actividad de la central. Desde entonces se han analizado alternativas de funcionamiento mediante el empleo de biomasa como combustible que no han resultado satisfactorias, tanto desde un punto de vista técnico y medioambiental, como económico.
La solicitud responde al objetivo de conseguir un sistema energético totalmente descarbonizado en el año 2050, compromiso apoyado por Endesa y por todos los países que han firmado los acuerdos de la Cumbre de París COP21.
Endesa ha presentado un proyecto de actuaciones para atenuar el impacto del cierre, Plan Futur-e, destinado a promover el desarrollo de actividades económicas y generación de empleo en la zona de la central. Hasta la autorización de cierre, la planta irá dando salida al carbón almacenado.
Fotografía: Oriol Sarmiento.
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