Este oscuro panorama también está rodeado de nuevas oportunidades, siendo la gestión energética uno de ellos. La cumbre de Bruselas de julio de 2020 ha decidido invertir 750.000 millones de € en la economía europea, en sectores que se consideran estratégicos de cara a las próximas décadas. España percibirá unos 140.000 millones de € de este Fondo de Reconstrucción, de los que aproximadamente la mitad serán a fondo perdido y el resto para su posterior devolución.
Este importe no se puede repartir discrecionalmente por los países beneficiados, sino que deben ser en sectores considerados de alto valor añadido, siendo la transición ecológica y la transformación digital dos de los ámbitos clave; la gestión energética puede alcanzar un impulso sin precedentes debido a que estas dos disciplinas tienen una evidente vinculación con la optimización de los consumos de energía en los edificios.
La gestión energética implica un uso más eficiente y seguro de la energía, además de promover fuentes renovables y el ahorro de energía; para alcanzar la excelencia en la gestión energética es imprescindible además la digitalización total de todo el proceso, desde la monitorización de las instalaciones energéticas (eléctricas, calefacción, climatización…) a la aplicación de herramientas informáticas para el desempeño de los profesionales de mantenimiento, así como el archivo y comunicación de todas las incidencias en soporte digital.
Artículo de Fernando Blanco Silva para la edición digital de Dínamo Técnica.
Fernando Blanco, doctor, ingeniero industrial y economista, es director del curso sobre gestión energética y mantenimiento de instalaciones en el Instituto Iberoamericano de Ingenieros de la Energía.
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